Dr. med. Janine Pantzek Medical Institute für Schönheit und Health Care

A muchos pacientes les preocupa que su rostro parezca congelado y se convierta en una máscara sin expresiones después del tratamiento con bótox. ¡Con el tratamiento que ofrezco, no hay nada que temer! El objetivo de mis tratamientos estéticos es un resultado natural. El rostro, las expresiones faciales y el estado de la piel de cada paciente es diferente, por lo que coordino individualmente el uso y la dosis del ingrediente activo.

En la actualidad, el bótox tiene un uso mucho más amplio para combatir más tipos de arrugas que en el pasado. Además de las áreas de aplicación clásicas del bótox, las llamadas "líneas de expresión" en la frente y/o patas de gallo, también se pueden tratar las áreas faciales inferiores. En las comisuras de la boca caídas, por ejemplo, se realiza un movimiento hacia arriba en el que se inhiben los músculos que tiran hacia abajo. Las expresiones faciales se benefician de esto y todo el rostro luce mucho más relajado y vital. En el caso de arrugas más profundas, puede ser útil el uso adicional de rellenos de ácido hialurónico, que se acumulan desde el interior. ¡La piel se alisa, la tez luce fresca y las expresiones faciales naturales se conservan por completo!

La toxina botulínica A o bótox suele tener una reputación negativa entre el público en general, pero es errónea. Ningún otro ingrediente activo en la medicina estética se hainvestigado durante tanto tiempo y de manera tan extensa como la proteína bacteriana, que se produce de forma natural y contiene un ingrediente activo altamente eficaz para el tratamiento de las arrugas.

Las arrugas faciales, especialmente las arrugas mímicas, que son causadas por una fuerte tensión en varios músculos faciales, pueden tratarse con bótox y tener un resultado exitoso. El ingrediente activo se inyecta directamente en los músculos causantes de las arrugas y permanece ahí localmente, es decir, no ingresa al torrente sanguíneo. El tratamiento apenas se nota, dado que el bótox se inyecta con agujas delgadas y en cantidades mínimas.
El efecto se produce como mínimo después de 2 a 3 días, pero puede tardar de 10 a 14 días hasta que se alcanza el efecto máximo del tratamiento. Los efectos de la toxina botulínica duran entre 3 y 6 meses.

Dependiendo de la dosis del ingrediente activo, la actividad del músculo se debilita temporalmente. Los músculos se relajan gradualmente y los rasgos faciales lucen más refinados, frescos y suaves. Con el tratamiento constante, el grupo de músculos tratados se relaja cada vez más, de modo que las arrugas pueden incluso desaparecer a largo plazo.

La toxina botulínica no solo se utiliza en el tratamiento de las arrugas, sino que también se utiliza con éxito para combatir la sudoración excesiva (hiperhidrosis) y el rechinar de dientes (bruxismo).